19 DE FEBRERO


Date tiempo.


Adaptación de Mc 1, 12-15
Jesús estaba empezando su tarea. Hasta hacía poco había sido un hombre normal, trabajando en su pueblo. Pero ahora que empezaba a curar enfermos, a anunciar la buena noticia y la gente le conocía, se iba haciendo famoso. Entonces se fue al desierto, buscando tiempo para rezar y para pensar. Y es que Jesús también tenía tentaciones. No estaba seguro de cuál era el mejor camino. Por ejemplo, a veces pensaba: “¿Y si utilizo el poder, la fuerza o la magia para convencer a todos?” o “¿Y si le pido a Dios que me haga volar, para que la gente se sorprenda?” Claro, así la gente le creería. Pero Jesús se daba cuenta de que por ese camino no iba a conseguir lo más importante, que es transformar los corazones. Por eso, en ese tiempo de soledad, fue pidiéndole a Dios que le iluminase. Y rechazó todas las tentaciones. Y volvió a Galilea para seguir predicando la buena noticia como siempre, con sus palabras y el ejemplo de su amor por todos.

REFLEXIÓN PARA EL EVANGELIO:
Diversas situaciones, temporadas, relaciones se convierten en pruebas, en dificultades o retos para nuestra vida. Puede ser algún conflicto o fracaso, el exceso de trabajos, el amor o el desamor, los exámenes que parecen conducirme a un túnel… Ciertamente, a veces percibo las pruebas como dificultad, como tormenta. Una dificultad que me paraliza, que me consume demasiadas energías. Hoy quiero parar un rato y pedirte Señor que nos ayudes a afrontar las pruebas diarias como un reto, un reto que podemos afrontar y superar. Que te descubra, Señor, en medio de la tormenta.

¿Qué dificultades tengo que superar? 

ORACIÓN FINAL:Tentado en el Desierto 

Oremos para que durante esta Cuaresma 
nos volvamos plenamente a Dios 
y a nuestros hermanos. 
Oh Dios de la Alianza de amor: 
tú nos invitas a seguir a tu Hijo. 
Mientras recordamos cómo fue conducido 
por el Espíritu al desierto, 
que él abra nuestros ojos 
para ver las injusticias 
que hemos creado en nuestro mundo.
 Ayúdanos a orar en soledad, 
a sentir nuestra sed de amor 
y de felicidad y a vencer nuestras tentaciones. 
Que aprendamos de Jesús 
a creer en la Buena Noticia de Salvación 
y a dar forma y a desarrollar tu reino de verdad, 
justicia y amor desinteresado. 
Te lo pedimos en nombre de Jesús, el Señor.



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