Y por este motivo tenemos que agradecer a Dios lo que hizo por nosotros, porque es este día, cuando se entregó por los jóvenes del mundo, cuando nos dio a probar el pan, que es su cuerpo, y el vino, cáliz de salvación.
Para comprender mejor (vídeo):
Reflexión:
Durante esa última cena, Jesús les dice a sus discípulos que les da un único mandamiento: amaos los unos a los otros como yo os he amado.
¿De qué forma podemos hacer honor a estas palabras en nuestra vida cotidiana?
¿Cómo podríamos cumplir ese deseo de Jesús con nuestros más allegados?
No hay comentarios:
Publicar un comentario